1.8.11

Schmendrick




La magia que te domina no es más que magia y desaparecerá tan pronto seas libre, pero tu juicio erróneo sobre mí quizá permanezca siempre en tus ojos. 
No siempre somos lo que parecemos, y casi nunca somos lo que soñamos.
Recuerdo haber leído o escuchado en una canción que los unicornios, cuando el tiempo era joven, podían distinguir la diferencia «entre los dos... el brillo falso y el auténtico, la sonrisa de los labios y la tristeza del corazón».


-Schmendrick. El último Unicornio.